lunes, 28 de enero de 2013

Fuera de Barcelona

Raro se considera al que no conoce la obra de Gaudí en la ciudad de Barcelona, pero más raro se ve aun al que conoce su obra fuera de ella. Sí es cierto que, la gran mayoría de su trabajo, se concentra en Barcelona, pero existen obras pertenecientes a sus inicios y a su periodo de madurez dignas de ser estudiadas y dadas a conocer a todo el mundo.

El Capricho (Comillas, Cantabria): Construida entre 1883 y 1885 para Máximo Díaz de Quijano. La villa de recreo fue dirigida a pie por el arquitecto Cristóbal Cascante Colom, quien seguía las consignas que Gaudí dictaba desde Barcelona. En este edificio, se confirma el personal modernismo de Gaudí.



El Palacio Episcopal de Astorga (León): Encargado por Joan Baptista Grau y construido entre 1889 y 1893. Lo más destacable de la obra, es el pórtico de entrada, formado por tres grandes arcos abocinados, nada habituales en los edificios de Gaudí.



Casa Botines (León): Construida en tan solo 10 meses en 1892 y dirigida por Claudi Alsina, la Casa Botines es patrimonio del Camino de Santiago desde 1999. La escultura de la entrada, San Jorge y el dragón de Llorenç Matamala, escondía bajo el pedestal, un tubo con los planos originales de la casa, encontrados en la restauración de 1953.



Bodegas Güell (Garraf, Sitges, Cataluña): Proyecto realizado en 1895 y cuya construcción duró hasta 1901. Durante algún tiempo, este edificio se consideró obra de Francesc Berenguer, ayudante de Gaudí. Estas bodegas fueron encargadas por Eusebi Güell para embotellar el vino que exportaba a Cuba. Constan de dos edificios, la portería y la cava, de planta rectangular y caracterizada por cómo los muros se convierten en cubierta. Gaudí siempre daba importancia a los pequeños detalles en los edificios; en este caso, las chimeneas, formadas por copas apiladas que aluden a la función del edificio.



Catedral de Mallorca: Cuya restauración fue encargada a Gaudí, aunque envuelta en numerosas polémicas que acabaron con el despido del arquitecto tras la muerte de Campins, entonces obispo de Mallorca. Las intervenciones más interesantes de la reforma fueron las nuevas vidrieras mediante un sistema de tricromía, que consistía en  la combinación de tres placas de vidrio con los colores primarios que producirían los secundarios. Además, Gaudí introdujo la iluminación eléctrica en la catedral.



Irene Carnicero

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