<<Los arquitectos utilizan líneas diferentes con fines diferentes, pero el tipo de línea más propio de la arquitectura se traza con énfasis del principio al fin. Esta práctica marca bien la línea en la hoja y da al dibujo fuerza y capacidad de persuasión. Si tus líneas se debilitan al final, tus dibujos parecerán desvaídos e imprecisos. Para acostumbrarte a trazar líneas enérgicas, adopta la práctica de hacer una pequeña mancha o raya al comienzo y al final de cada trazo.
Cruza ligeramente las líneas cuando se encuentren. Ello evitará que los ángulos queden inadecuadamente redondeados.
Cuando hagas un bosquejo no dejes "restos" en la hoja, es decir, no dejes ninguna línea vaga fuera de un conjunto de segmentos cortos que se cruzan. Para evitarlo, mueve el lápiz del principio al fin con un movimiento fluido y controlado. Para esto puede ayudarte trazar una fina línea guía antes de dibujar la línea final. No borres estas líneas cuando termines el dibujo, ellas le darán carácter y vida.>>
(101 cosas que aprendí en la Escuela de Arquitectura, Matthew Frederick.)
Parece tan obvio que, a veces, nos olvidamos de lo importante que es.
Irene Carnicero
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