viernes, 25 de enero de 2013

El primer paso hacia la fama.

Gaudí es sin duda alguna el rey y maestro de la arquitectura modernista de Barcelona. Hemos comentado varias obras suyas que se reparten por esta gran ciudad, pero no hemos detallado sobre una muy especial.

Sus primeros proyectos fueron los de las Farolas para la Plaza Real, el proyecto irrealizado de  Kioskos Girossi y la Cooperativa Obrera Mataronense. Pero su primer encargo importante, tras conseguir su título en 1878, fue la Casa Vicens, construida entre 1883 y 1888. Tras este proyecto, Gaudí empezó a adquirir renombre, y recibió encargos cada vez de mayor envergadura. 

La Casa Vicens, se halla ubicada en la calle Carolines del barrio de Gràcia en Barcelona. En la fecha en la que se construyó, Gràcia era un núcleo urbano independiente de Barcelona, con la categoría de villa, aunque desde hace años, fue absorbida por la gran ciudad convirtiéndose en un barrio.
Actualmente, la obra no está completa, debido a diversos cambios en la urbanización de la zona. De ella se perdió una glorieta, una fuente y una parte del jardín que pertenecían a la obra original.





El abundante uso de azulejos tanto en el interior como en el exterior, dota a la edificación de un fuerte colorido, siendo una de las características esenciales de la construcción. Ello le otorga un aire peculiar, que recuerda, a decir de algunos, a construcciones árabes.



 La obra puede ser una búsqueda de ideas por parte de Gaudí. De hecho, al ser una de sus primeras obras, el arquitecto barcelonés aún no introduce las formas curvas tan características de sus obras posteriores. Aquí todavía se mantiene en la tradicional aplicación de la denominada regla y escuadra, es decir, en la línea recta.
Así pues, vemos que en esta primera obra, Gaudí aún no había encontrado el estilo que tan particular le haría en la posterioridad. 


Rosa Barrero

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